miércoles, 19 de febrero de 2014

El Arpa - Historia

El arpa es uno de los instrumentos musicales más antiguos. Han existido distintas formas, en diferentes partes del mundo, al igual que en distintas épocas. Pertenece al grupo de los cordófonos. Se conocía ya en la antigua Asiria, en Israel y Egipto, de donde pasó a Grecia. Fue un instrumento muy en boca durante la Edad Media, siendo abandonado durante el Renacimiento. Se recupera en el siglo XVIII, con la incorporación de pedales. También se toca en orquestas musicales clásicas.


Se puede dividir el arpa europea en dos modelos:

Arpa medieval, de origen irlandés, también conocida como arpa Bárdica. No superior a los 75 cm de alta y de afinación diatónica, cuerdas metálicas, ornamentalmente rica en tallas, dibujos e incrustaciones de metal. En la actualidad aun se tienen dos ejemplos claros, uno es el arpa del rey Brian Boru (muerto en 1014) que se puede encontrar en el museo de Dublín, y otra es el arpa de la reina Mary de escocia, en el museo nacional de Edimburgo.
Arpa Bárdica

Arpa celta (de origen galés), puede tener hasta 105 cm de altura, 34 cuerdas y con la posibilidad de incorporar sistemas de semitonos.
Arpa Celta

Ambas tienen el pilar curvado y su caja de resonancia se ensancha en las cuerdas graves. Como consecuencia de cambiar el pilar curvado del arpa celta por uno recto, surge el arpa Minstrel, cuyas formas inspiraron a los constructores de las arpas modernas de concierto. En esta última la colocación de sistemas de semitonos es ya habitual y sus dimensiones aumentan.
El arpa medieval era diatónica, y el arpa moderna, por el contrario, nació con los primeros intentos de cromatismo que la evolución de la música occidental exigía. Los primeros intentos surgieron de los talleres de luthiers irlandeses en el siglo XVI, que proveyeron al arpa de una doble fila de cuerdas. En el siglo XVII se incorpora una tercera fila, la 1ª la 3ª fila eran diatónicas (29 cuerdas cada fila) mientras que la 2ª fila, con 20 cuerdas, estaba reservada para los semitonos.

A mediados del XVII unos constructores tiroleses inventaron el arpa de ganchos, con los cuales era posible estirar la cuerda y subirla un semitono. En esta época fueron muchos los mecanismos incorporados para subir el tono, pero todos accionados manualmente, por lo que debía de hacerse antes de empezar la interpretación.

A finales del XVII, un luthier bávaro fabricó la primera arpa con pedales que, situado a ambos lados del soporte del instrumento, estaban unidos a los ganchos fijos de la consola mediante un sistema de transmisión.

Arpa con pedales
Eran 7 los pedales, correspondientes a los 7 grados de la escala musical, y para cuyo instrumento Mozart escribió su concierto para “flauta y arpa” en 1778. A raíz del descubrimiento se inspiraron numerosas ideas cada cual más estrafalarias para ampliar las posibilidades del arpa (como fue la colocación de doble número de pedales y sordinas), pero el mayor éxito lo obtuvo S. Erard en 1811. Erard presentó el modelo llamado de “doble acción” que, con ligeras modificaciones posteriores, es la que se usa normalmente en la actualidad.
 Yann Tiersen - Comptine d'un autre été (Arpa)

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