Los primeros violines nacieron en Italia en el siglo XVI. Parece haber evolucionado a partir de dos instrumentos de cuerda frotada: la fídula, también denominada viella y rebec, y la lira da braccio (instrumento como el violín con bordones separados del diapasón). También relacionado con el violín pero no un antecedente directo, es la viola da gamba, instrumento de seis cuerdas con trastes que apareció en Europa antes que el violín y existió junto con él durante unos 200 años.
Fídula |
En el pasado el violín no gozaba de muy buena reputación; se lo utilizaba para acompañar danzas o para doblar a las voces en la música polifónica. A comienzos del siglo XVII aumentó su prestigio.
A finales del siglo XVII y durante todo el XVIII, el arte de construir violines, violas, violonchelos o contrabajos tuvo mucha importancia en Europa, pero sobre todo en Italia, donde aparecieron importantes luthiers, que es como se llaman los constructores de instrumentos de cuerda frotada. El más importante de ellos fue Antonio Stradivarius (1644-1737), que elaboró algunos de los mejores instrumentos que existen, y que hoy día cuestan muchísimo dinero, ya que los violines, conforme pasa el tiempo, mejoran la calidad de su sonido.
Violín Stradivarius |
Durante los siglos XVII y XVIII el violín se
convirtió en uno de los instrumentos más importantes, y Antonio Vivaldi y
J. S. Bach compusieron importantes obras para él. Comenzó a tener un
papel primordial en las orquestas, y se empezó a componer un tipo de
obra musical llamada cuarteto de cuerdas, para las que se necesitan dos
violines, una viola y un violonchelo. Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus
Mozart, Ludwig van Beethoven y otros grandes compositores escribieron
muchos de estos cuartetos.
Vivaldi - Las 4 Estaciones: Invierno
De ahí en adelante, desde el barroco hasta hoy, todos los grandes compositores de los siglos XIX y XX dedicaron importantes obras al violín; entre ellos, Franz Schubert, Felix Mendelssohn, Johannes Brahms, Béla Bartók, Ígor Stravinski o Serguéi Prokófiev.
- GRANDES VIOLINISTAS: Durante el siglo XIX aparecieron grandes intérpretes virtuosos del violín, como el italiano Niccolò Paganini, de quien se decía que tenía un pacto con el diablo por lo maravillosamente bien que tocaba, o los españoles Pablo de Sarasate y Jesús de Monasterio. También en el siglo XX hubo magníficos violinistas, como Yehudi Menuhin, Isaac Stern o David Oistrakh.
Paganini, el violinista del Diablo |
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